El centro de Madrid es un lugar muy solicitado. No solo es el centro de la ciudad, sino que también lo es del país. En esas circunstancias, encontrar un piso en el que poder vivir a un precio razonable es poco menos que una quimera. Además, los inmuebles del centro son muy antiguos y, en la mayoría de las ocasiones, necesitan una reforma profunda que termina encareciendo su precio.
La solución por la que ha optado la gran mayoría de la población es comprar una vivienda en la periferia. Esta tendencia de salir del centro para poder encontrar un lugar en el que vivir no solo se da a la hora de comprar; el mercado de alquiler también lleva un tiempo en el que los arrendatarios se ven obligados a alejarse del centro de Madrid.
La periferia, mejores precios y mejor calidad de vida
Las zonas de la periferia se están poniendo de moda. Ahora es posible comprar un piso de obra nueva en Carabanchel y en otros barrios de la periferia, algo que resulta difícil de conseguir en la zona central de la ciudad. De hecho, es la posibilidad más realista.
El centro de Madrid es una zona con unos precios prohibitivos. La gentrificación de la zona ha provocado que una gran cantidad de comercios y de negocios locales hayan tenido que echar el cierre. Pasa lo mismo con los alquileres de renta antigua. Son muchos los habitantes que han tenido que dejar sus pisos de alquiler porque los precios eran desorbitados.
Los alquileres turísticos también han tenido mucho que ver en la subida de los precios, ya que han reducido considerablemente la cantidad de pisos disponibles, tanto para el alquiler como para la compra. Cuanto más céntrico se encuentra un inmueble, más caro es el precio del metro cuadrado, que es la medida que se utiliza para baremar el valor de las viviendas.
La relación calidad-precio de los pisos y las viviendas situadas en las zonas periféricas es muy superior a la de los inmuebles que hay disponibles en el centro. La diferencia de precio que existe por un piso de idénticas características en una zona u otra puede llegar a ser de cientos de miles de euros. Al fin y al cabo, por los pisos situados en la almendra central, lo que pagas es, principalmente, la ubicación. Si te mueves por esa zona y tu trabajo está ahí, puede que te convenga comprar una vivienda en el centro, pero si no es así, la decisión es más difícil de justificar.
Cabe señalar la gran calidad de vida que ofrecen las zonas de la periferia. Carabanchel, Usera, Vicálvaro… son lugares mucho más acogedores y tranquilos, en los que es mucho más fácil llevar una vida de pueblo. En estos lugares puedes llegar a conocer a tus vecinos, a tus tenderos… todo alejado del gran bullicio del centro, de sus atascos infinitos. Y, además, se trata de zonas que están perfectamente comunicadas con el centro, gracias a la red de transporte público de Madrid. Haciendo uso del metro, del Cercanías y de las líneas de autobuses, se puede llegar al centro desde algunas de esas zonas del extrarradio en menos de 30 minutos, por lo que el centro sigue siendo accesible para los habitantes de estos barrios
						
			
							





















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