Sales a correr por el Retiro y te duele la rodilla: cuándo preocuparse

Ante un exceso inesperado de torsión en la rodilla, causado por un mecanismo que supera la elasticidad del ligamento, se puede manifestar un dolor agudo, ocasionalmente acompañado por un sonido de chasquido en la zona de más tensión.Si el impacto es lo suficientemente severo, puede obligar a la persona a caer al suelo.

Este evento puede desencadenarse por varias situaciones: un giro brusco del cuerpo con el pie inmovilizado (a menudo relacionado con una lesión de menisco interno), un golpe en el lado interno de la pierna con el pie suspendido en el aire o, alternativamente, un impacto en la cara externa de la rodilla con el pie firme en el suelo. Con el paso de las horas, el dolor disminuye, para luego regresar, llevando al afectado a buscar una postura de alivio en la rodilla flexionada en aproximadamente 30º.Durante esta etapa, se experimenta una dificultad de movimiento en la rodilla, y puede haber una sensación de que la rodilla «cede», aumentando junto con el dolor creciente.La original forma de la rodilla se transforma, percibiéndose más tirante y abultada encima de la rótula.Esto se debe al acúmulo de líquido sinovial dentro de la articulación, normalmente visible horas después de la lesión. Otro síntoma que podría presentarse es el dolor al expandir el lado interno de la rodilla, al ejercitar un valgo usando nuestras manos, con una rodilla flexionada a 30º, además de una dolencia al presionar en la región del ligamento.Curiosamente, no sentir dolor puede implicar una lesión más grave, como una rotura completa del ligamento.Las radiografías son útiles para descartar lesiones óseas potenciales causadas por arrancamiento.De hecho, incluso en ausencia de traumatismo, el dolor en la cara interna de la rodilla podría hacer pensar en un esguince del ligamento lateral interno.Las causas frecuentes suelen incluir:

1.Dolor en la cara interna de la rodilla debido a un iliaco posterior, asociado a la tensión de los isquiotibiales.2.Retracción del tensor de la fascia lata que posiciona la rodilla en valgo, causando dolor interno.3.Problemas en la tercera vértebra lumbar generando molestias en la cara interna de la rodilla.4.Dolor referente de los riñones o ovarios que puede reflejarse en la zona de la rodilla.5.Ajustes posturales que aumentan o disminuyen curvas, causando hiper o hipotonía en ciertos grupos musculares. Es crucial consultar a un especialista ante cualquier síntoma que persista, buscando un diagnóstico adecuado.En Fisio en Madrid, Fisio for All está disponible para ofrecerte el apoyo necesario con estas y otras inquietudes relacionadas.

Cambios de dirección y de sentido rápidos y bruscos

Los esguinces de rodilla son lesiones bastante comunes que afectan a la cápsula articular y a los ligamentos de esta zona, especialmente en deportes que exigen un gran esfuerzo de las piernas y en los cuales se realizan cambios de dirección rápidos y bruscos.Estas lesiones suelen ser agravadas por la fuerza del adversario en competiciones.La lesión de un ligamento específico dependerá de la posición que alcanzó la tensión capsuloligamentosa antes del daño.La rodilla suele ser más vulnerable alrededor de los 60º de flexión. En particular, vamos a centrarnos en el ligamento lateral interno, ubicado en la cara interna de la rodilla, desde el fémur hasta la tibia, asegurando la estabilidad interna.Su función principal es evitar que la rodilla se abra hacia el interior, especialmente cuando el pie está anclado en la parte externa.La máxima tensión de este ligamento ocurre cuando la pierna está completamente extendida.Este tipo de lesión es especialmente frecuente en deportes como el fútbol y el esquí, y a menudo se acompaña de lesiones en el menisco interno. Las lesiones del ligamento se clasifican en tres grados:

  • Grado III: ruptura total del ligamento.
  • Grado I: simple distensión del ligamento.
  • Grado II: ruptura parcial del ligamento. Si deseas recibir más información o una atención personalizada, no dudes en contactar con Fisio en Madrid, fiso for all.

¿Cómo lograr una recuperación rápida y sin secuelas?

Entiendo que cada lesión requiere un enfoque específico y que las estrategias de tratamiento cambian según el grado de gravedad.En mi experiencia, un enfoque temprano y personalizado, especialmente en lesiones de grados I y II, puede facilitar una recuperación rápida y minimizar las secuelas a largo plazo.

  • Para un esguince de grado I, la estrategia inicial incluye una inmovilización funcional que suele durar entre 7 y 10 días.Durante este tiempo, es vital implementar un tratamiento fisioterápico adecuado, que generalmente engloba movilizaciones suaves para la articulación y técnicas para mitigar la inflamación, como ultrasonidos o terapia manual.La electroterapia sirve para reducir el dolor, y paralelamente aplicamos técnicas miofasciales específicamente en el tensor de la fascia lata y los músculos de la isquiotibiales.El trabajo propioceptivo es crucial desde el inicio, ajustando los ejercicios según el estado agudo de la lesión. Una vez retiramos la inmovilización, el tratamiento se centra en la recuperación de la función articular y la cicatrización de los ligamentos.Se continúa con electroterapia y ultrasonidos, complementedos con masoterapia y tratamiento de puntos gatillo para aliviar tensiones protectoras alrededor de la rodilla.Intensificamos los ejercicios propioceptivos y potenciamos el miembro inferior gradualmente, sugiriendo ejercicios en cadena cinética cerrada.A veces, empleamos vendajes neuromiofasciales para activar la musculatura interna de la rodilla.Así mismo, se introduce un tratamiento osteopático del que trataremos más a fondo más adelante.
  • En un esguince de grado II, la inmovilización funcional se extiende a 3 semanas, dependiendo del daño de las fibras.Aunque el tratamiento es similar al de un grado I, requiere mayor respeto a los periodos de recuperación.Las técnicas para controlar el dolor y la inflamación—como el cyriax, la liberación miofascial o el drenaje linfático—cobran una importancia suma.Paralelamente, la incorporación de ejercicios propioceptivos debe ser progresiva, comenzando incluso en descarga para adaptar el apoyo a medida que el dolor lo permita.
  • Para un esguince de grado III, es aconsejable una inmovilización con ortesis funcional que permita el movimiento de flexión y extensión durante aproximadamente 3 semanas en casos aislados.Si la inestabilidad es severa o hay lesiones óseas involucradas, evaluaremos la opción de cirugía, decisión que corresponde al especialista en traumatología, quien evaluará el estado general de la rodilla y las exigencias físicas del paciente en su día a día. En nuestra clínica, Fisio en Madrid, estamos comprometidos a proporcionar un tratamiento de fisioterapia adaptado a cada paciente, garantizando así los mejores resultados posibles.


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