La presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, ha recibido en Italia el galardón Llama de la Libertad, concedido por el Instituto Bruno Leoni, por su gestión de la crisis de la pandemia del COVID-19 protegiendo la salud y, a la vez, defendiendo la libertad de ciudadanos, empresarios y autónomos. Díaz Ayuso se ha convertido así en la primera española reconocida por esta prestigiosa institución liberal de Italia, una de las más importantes de Europa.
La Presidenta de la comunidad ha recogido el Premio en un acto celebrado en el Museo Diocesano de Milán, con la asistencia de 300 invitados, principalmente empresarios y miembros de la sociedad civil italiana como Maurizio De Cicco, presidente de Roche en este país; Andrea Battista, CEO de Net Insurance; Luca Garavoglia, presidente de Campari; Veronica e Marco Squinzi, CEO de Mapei; Francesca Pasinelli, director general de Telethon; Giuseppe Recchi, CEO de Affidea o Serena Sileoni, consejera del gabinete político del primero ministro Draghi.
Durante su viaje a Italia, la Presidenta ha lamentado los “auténticos destrozos” que el miedo ha causado durante la pandemia del COVID. “¡Cuántas normas absurdas y daño gratuito han causado las decisiones basadas en el miedo de algunos políticos y empresarios!”, ha indicado la presidenta durante su intervención en Milán, donde ha recibido el premio.
La dirigente madrileña, que ha explicado los detalles de cómo se actuó en Madrid, ha señalado que estas decisiones se tomaron “sin importar las cifras que demuestran que los cierres indiscriminados no mejoran la evolución del virus” y que “cerrar ha de ser la última decisión después de intentarlo todo”.
Díaz Ayuso ha expuesto el ejemplo de Madrid, que “fue la primera en tomar decisiones contra el virus, empezando por la más difícil que un gobernante puede imaginar: cerrar todos los colegios por primera vez en nuestra historia”. En este sentido, ha recordado los 22 aviones con casi 2.000 toneladas de material sanitario, o la creación de un mando único de la sanidad, “de manera que los 34 hospitales públicos y los 68 privados trabajaron, sin estigmas ideológicos, todos unidos, bajo las órdenes de la Consejería de Sanidad”.
Asimismo, ha destacado que la Comunidad fue pionera en construir “un hospital alabado por la Organización Mundial de la Salud y la Comisión Europea”, en referencia al hospital de IFEMA, que se puso en marcha en menos de 24 horas, con 1.200 profesionales y atendió a 4.000 pacientes; para, posteriormente construir en solo tres meses uno fijo, el Enfermera Isabel Zendal, que ha curado ya a 8.000 pacientes y ha administrado 1 millón y medio de vacunas.
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