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Llega el invierno, las casas se envuelven de un frío hibernal, el ágape se convierte en cuchara y los radiadores transforman el hogar en calor, en un calor de familia, en un calor placentero, en un calor acogedor.

La lluvia, la nieve, los torrenciales inundan las calles, la ciudad. Son las 7 de la mañana, la casa se hiela por momentos. Me dispongo a entrar al baño y solo imaginarme quitarme la ropa en esa habitación helada me da una hipotermia. Pienso y enciendo el radiador. Escucho la radio mientras me preparo un café. No han pasado más de 10 minutos cuando el cuarto continúa frío.

Suena la sección del tiempo, comentan las temperaturas y precipitaciones. Lluvia todo el día y no más de 10 grados. El invierno ha llegado fuerte. Estaré fuera todo el día. Vuelvo al baño, pulso el botón de encender. ¡No puede ser! El radiador no quiere funcionar. Llamo a mi jefe. Voy a llegar tarde al trabajo.

Miro en internet. Radiadores, empresas, instalación rápida… no encuentro nada decente, no me convencen. Desisto en la búsqueda y decido hacerme otro café. Estoy colapsada.

Vuelvo a coger el teléfono móvil. Sigo buscando. Radiadores, empresas, instalación rápida, productos de alta calidad… ¡Aquí! Radiador Mural a gas. Sistema de calefacción que combina el confort con la economía de energía. Me gusta. Continúo leyendo. Descentralización de la producción de calor, por medio de aparatos independientes. Posibilidad de personalizar la envolvente gama de colores RAL. Aparato a gas de combustión estanca. Control termostático integrado. Convección natural o forzada (ventilador tangencial). Bajo consumo. Fácil instalación. Es perfecto. Apunto el número de teléfono.

Son las 8 y 30. En media hora llamo. Pongo atención a la radio. Noticias de última hora, la Presidenta de la Comunidad de Madrid… Pruebo a llamar aun sabiendo que es pronto. Da señal. 15 minutos más tarde, el instalador llega a casa. Miro la hora. 10 de la mañana. Todo terminado. Radiador nuevo e independiente en el cuarto de baño. Lo dejo puesto. Otro café sería excesivo. Ordeno la ropa y elijo el modelito para ir al trabajo. Abro la puerta del baño. No han pasado más de 15 minutos. El aroma es relajante. Y la calidez cómoda. Salgo de la ducha. Nada de frío. Los radiadores Mural a gas no solo calientan el hogar. También, te ofrecen un poquito más de comodidad para tu día a día.         

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