La Comunidad de Madrid está realizando una investigación para conseguir que la vegetación forestal acumule más agua, tanto para fortalecer a las plantas ante posibles incendios como para aumentar la capacidad de los embalses. Para ello, se han creado cinco parcelas experimentales en montes de utilidad pública del norte de la región, donde se han instalado sensores que van a hacer mediciones de plantas, suelo y atmósfera.
El consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior, Carlos Novillo, ha visitado hoy una de ellas, ubicada en el término municipal de Canencia. Las restantes se han instalado en Braojos (dos), Rascafría y Puebla de la Sierra, para que estén representados los principales tipos de masa forestal presente en la región, fundamentalmente pino silvestre y rebollo.
La respuesta a los tratamientos que se efectúen en estos terrenos va a permitir optar por las prácticas más efectivas para regenerar la vegetación y su capacidad de absorción del agua. Asimismo, va a indicar cómo fijar carbono orgánico en los suelos, a fin de evitar la erosión y actuar contra la desertificación.
 
						 
			 
							
























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