La Comunidad de Madrid ha puesto en marcha el primer centro público de atención integral destinado a ayudar a mujeres a abandonar la prostitución. El recurso, pionero en España, comenzó a funcionar el pasado mes de marzo en el municipio de Leganés, y ha sido visitado hoy por la consejera de Familia, Juventud y Asuntos Sociales, Ana Dávila.
Durante la visita, Dávila ha participado en una de las rutas realizadas por la unidad móvil de intervención en calle, uno de los pilares del dispositivo, que ya ha atendido a 186 mujeres en distintos municipios de la región. La consejera ha subrayado la importancia de este recurso como punto de partida para que las mujeres puedan «iniciar una vida nueva, digna y segura», mediante un proceso de recuperación integral.
La unidad móvil recorre localidades como Alcobendas, San Sebastián de los Reyes, Alcorcón, Móstoles, Parla, Arganda del Rey, Rivas Vaciamadrid, Torrejón de Ardoz o Alcalá de Henares. En sus intervenciones, se ofrece información sobre derechos, salud sexual, regularización de permisos de residencia y trabajo, y se entrega material preventivo. Además, se establece contacto inicial con las mujeres para que puedan continuar su proceso de atención a través del centro, ya sea presencialmente, por teléfono o videollamada.
Este centro, gestionado por la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP), cuenta con un equipo multidisciplinar formado por 16 profesionales, entre los que se incluyen psicólogos, abogados, trabajadores sociales, técnicos de integración social y mediadoras interculturales. El objetivo principal es fomentar la autonomía y la inclusión social de las usuarias a través de planes individualizados que incluyen atención psicológica, social, legal, sanitaria y laboral.
El dispositivo se integra dentro de la amplia red pública de atención a víctimas de violencia contra la mujer que la Comunidad de Madrid ha desarrollado desde la aprobación de su normativa autonómica en 2005. En la actualidad, esta red incluye 324 plazas residenciales en centros de emergencia, acogida y pisos tutelados, así como servicios especializados como el CIMASCAM, dos Centros de Crisis 24 horas y programas no residenciales de recuperación psicológica, asesoramiento jurídico, terapia asistida con perros y una red de 56 puntos municipales.
Con esta iniciativa, la Comunidad de Madrid refuerza su compromiso con las mujeres en situación de vulnerabilidad y se posiciona como referente nacional en la lucha contra la explotación sexual.
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