Cebarse cuando algo sale mal. ¿De que nos sorprendemos?. El caldo de cultivo de nuestra energía crece como las raíces de Alec Holland, a marchas forzadas y en cualquier lugar sin que nadie se lo pida.
Ojo que podría haber dicho el caldo de ave, o haberme sacado de la manga el humor que solo me hace gracia a mi para pedir un ron con “Barcelos” que es de donde provenía el famoso gallo portugués que otrora salvo la vida de un reo, y que hoy condena a Manel Navarro.
Portugal, el soberano país de los fados, de las tabernas de los puertos, de las sábanas y de los ganadores de Eurovisión.
Momentos mágicos de ayer y hoy que nos hacen deliciosos los lunes a la sombra del mastodonte que un día fuimos, cuando a comienzos de los años setenta, un tal Luis Manuel Ferri Llopis quería representarnos con “Esa será mi casa”, pero no lo consiguió.
Las voces apuntan al cielo hoy, al mismo lugar donde hemos colocado las manos para espetar al sentido común que marchó y no volvió (como el que se fue a por tabaco), que vuelva, que no nos amoneste de esta forma, y que este dislate de una voz que nunca fue, sea el punto final de unos puntos suspensivos que ya se alargan demasiado en el tiempo.
Debiéramos huir del infecundo pasado mas reciente, pasar por el taller para volver a colocar nuevas pastillas de freno a la razón y reconocer que lo mismo ya somos el olvido que seremos.
Hoy nuestras bocas y nuestros dedos disparan mas chistes que balas Annie Oakley, pero yo concretamente me relajo cuando pienso en Dick Rowe, el cazatalentos de la Decca y le visualizo cuando dijo a los cuatro de Liverpool en el sesenta y dos, que no valían para la música.
Anda, acabo de caer en la cuenta de que según el horóscopo chino, el año 2017 es el año del gallo.
Cuando las cosas no salen bien,todo son especulaciones, cuando no salen mal, no dejan de haber críticas y cuando la cosa sale bien…que no es para tanto,nada nuevo.En España tenemos que fijarnos mejor en el que gana y aprender de ello y así darnos cuenta de que el que pierde,tampoco lo hace solo.