Como cada último domingo de abril, el pueblo de Valdemorillo vivió una de las tradiciones más emotivas del año: la traída de la Virgen de la Esperanza. En esta ocasión, la imagen de la Virgen abandonó su altar en la Ermita de Valmayor para ser trasladada al templo parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, arropada por un nutrido cortejo de vecinos que acompañaron a la Virgen durante el recorrido de casi 6 kilómetros a pie.
El 27 de abril, último domingo del mes, se cumplió una vez más esta tradición que une a los habitantes de Valdemorillo en una jornada de fervor religioso y sentimiento comunitario. La talla de la Virgen de la Esperanza avanzó a través de Cuesta Pastor hasta llegar al casco urbano, donde fue recibida con entusiasmo por los valdemorillenses. El momento más simbólico se vivió en la Plaza del Cristo, donde la imagen de San Isidro, portado por los miembros de la Hermandad de la Esclavitud de Santísimo Sacramento, volvió a encontrarse con la Virgen, en un acto de recogimiento y devoción compartida.
A medida que caía la tarde, el numeroso cortejo hizo su entrada en la iglesia parroquial, donde la imagen fue recibida con reverencia, marcando el final de una jornada que destacó por la dedicación de la Hermandad de la Virgen de la Esperanza y la participación activa de los vecinos, así como la presencia de las autoridades locales.
Desde este lunes y a lo largo del mes de mayo, se continuará con la tradición de los rosarios de Las Flores, rezos que servirán como preludio de la esperada romería de junio. Este evento reúne a centenares de personas que, con fervor y devoción, acompañan a la Virgen de la Esperanza de regreso a la Ermita de Valmayor, donde permanecerá hasta el próximo año.
La Traída de la Virgen en Valdemorillo sigue siendo una cita fundamental en el calendario religioso del municipio, uniendo a toda la comunidad en un acto de fe, tradición y unidad.
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