Las Rozas lanza su campaña anual contra la procesionaria

El Ayuntamiento de Las Rozas, a través de la Concejalía de Medio Ambiente y Servicios a la Ciudad que dirige Jaime Santamarta, pondrá en marcha una nueva edición de la campaña contra la procesionaria, una plaga que afecta a pinos, abetos y cedros y que puede causar importantes daños tanto a los árboles como a la salud de personas y animales.

Los propietarios de fincas o parcelas del municipio podrán solicitar el tratamiento de sus árboles del 1 al 30 de junio a través de la Sede Electrónica Municipal. Los tratamientos, que no emiten sustancias químicas a la atmósfera, se realizarán entre los meses de septiembre, octubre y noviembre, y están diseñados para ofrecer protección durante dos temporadas de desarrollo larvario, siempre que se mantengan condiciones ambientales normales.

Además, el Centro de Medioambiente La Talaverona acogerá los días 5 y 7 de junio talleres gratuitos bajo el título “Procesionaria y plagas de jardín”, en los que se enseñará a los vecinos a identificar y combatir este tipo de plagas mediante métodos naturales. Las inscripciones pueden solicitarse a través del correo electrónico educacion.ambiental@lasrozas.es.

El tratamiento, que cuenta con garantía y seguimiento posterior si no resulta efectivo, tiene un coste de 4 euros por árbol de hasta 20 cm de perímetro en la base del tronco, incrementándose en 3 euros por cada 20 cm adicionales, más 10 euros por desplazamiento. Previamente, la entidad responsable realizará una visita técnica, con un coste de 10 euros, para evaluar el estado del arbolado y recabar la autorización del propietario.

En la campaña de 2024 se trataron 981 árboles, un 5% más que el año anterior, con un total de 9.232 inyecciones aplicadas, lo que representa un incremento del 20% respecto a 2023. Este crecimiento refleja el compromiso de los vecinos y del Consistorio en la protección del entorno natural de Las Rozas.

La procesionaria no solo debilita los árboles, facilitando la aparición de otras plagas, sino que sus orugas pueden provocar alergias e irritaciones en personas y animales debido a sus pelos urticantes. Por ello, el Ayuntamiento insiste en la importancia de este tratamiento como medida preventiva para preservar la salud pública y el ecosistema local.