La situación se remonta a finales del año 2014 y principios de 2015, en las que el pintor Pirrongelli tenía unas facturas pendientes de abono, facturas que sin embargo no constaban en contabilidad ni físicamente en el Ayuntamiento de Navalcarnero.
Pirrongelli, a principio de esta legislatura, se puso en contacto con el alcalde y con el concejal de Hacienda para describir los hechos: “Pirrongelli debía entregar en mano las facturas y el anterior Gobierno las iría pagando cuando pudiera”, circunstancias que enlazan con lo informado por la Cámara de Cuentas en la fiscalización de los ejercicios 2007 y 2008 respecto a la reincidente vulneración de la toda la normativa presupuestaria y de contratación pública.
La deuda que reclamaba el pintor era de 114.070,00 € distribuida entre 11 facturas, que procedió a registrar en el Ayuntamiento en diciembre de 2015, al no aparecer las mismas en el Ayuntamiento.
Posteriormente, el pintor interpuso 2 reclamaciones de pago en marzo y julio de 2016 como vía previa a la interposición de demanda judicial.
Desde la Concejalía de Hacienda de Navalcarnero se solicitaron informes Técnicos en los que se determinaba que los trabajos facturados estaban efectivamente realizados, para con posterioridad mantener negociaciones con Alberto Álvarez Pirrongelli, alcanzando un acuerdo mediante el cual Pirrongelli se comprometía a practicar una quita de 56.210,00 € sobre el total de la deuda (114.070,00 €) por ‘pronto pago’. El acuerdo dejaba cifrada la deuda en 57.860,00 €, siempre que la misma se pagara antes de 15 días desde que se reconocieran las facturas. Por ello, se llevaron a Pleno de 16 de marzo el reconocimiento de dichas facturas.
Pese al modo de contratación utilizado por el anterior Gobierno y la deficitaria situación en la que dejó al Ayuntamiento, la nueva Corporación no ha dudado nunca de la calidad artística y humana de Alberto Álvarez Pirrongelli, autor de muchas obras y trampantojos que actualmente lucen en el municipio.
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