Cuando la responsabilidad del cuidado de un adulto mayor dependiente se concentra en un solo miembro de la familia, este corre el riesgo de padecer de síndrome del cuidador. ¿De qué trata este padecimiento y qué soluciones existen para proveer el cuidado necesario a los adultos mayores frágiles? Esta información puede ser de utilidad para quienes tienen en casa a un anciano dependiente y sienten que no pueden más.
Solución práctica para ayudar al cuidador
Las estadísticas arrojan que el 80 % de los cuidados de un adulto mayor dependiente suelen recaer en una sola persona. Por lo general, este cuidador es una mujer, familiar cercano del adulto mayor en cuestión, aunque también hay cuidadores hombres. Estas personas cuidadoras tienden a invertir gran parte de su vida en la atención de su familiar mayor, algo que les expone a cambios del estado de ánimo, agotamiento extremo físico, entre otros problemas graves.
Una manera de aligerar las cargas de estos cuidadores es encontrar a una empresa que se encargue del cuidado de personas mayores. Hay quienes puedan pensar que resulta poco amoroso delegar la atención de un ser querido a alguien ajeno a la familia, pero la realidad es que puede resultar beneficioso en muchos aspectos.
Ayudas en el hogar para adultos mayores
Al solicitar ayuda a domicilioes posible dar alivio al familiar que se ha dedicado a cuidar al adulto mayor y que esté presentando signos de agotamiento. Este servicio permite que el adulto mayor cuente con la atención que requiere, sin cambiar de entorno.
Llevar a una persona a la casa para que se encargue del cuidado de un anciano tiene muchas ventajas. En primer lugar, no es necesario cambiar de hábitat al anciano y evitar la desorientación que produce cuando se desarraiga a una persona mayor de su hogar. Por otro lado, el cuidado por parte de una ayuda profesional facilita:
- Que se dé atención personalizada y profesional al adulto mayor, con el fin de mejorar su salud cognitiva y emocional.
- El monitoreo constante del anciano, una premisa importante cuando se trata de un mayor con alguna dependencia física.
Con la ayuda de profesionales dedicados al cuidado del adulto mayor es posible evitar la postración rápida del anciano, pues estas personas están capacitadas para fomentar la autonomía de la persona, a la vez que ofrecen cuidados cercanos. Todas estas ventajas facilitan a la conservación del estado emocional y psíquico del adulto mayor.
Recomendaciones para cuidadores
Es muy fácil que un cuidador, ante la abrumadora tarea de proveer atención a su familiar, deje de cuidarse a sí mismo. Por eso, ante la mínima señal de estar padeciendo síndrome del cuidador, es necesario buscar ayuda especializada.
Algunos cuidadores pueden sentir emociones que les desbordan, se pueden sentir irritables, rabiosos e impotentes. La poca ayuda recibida de parte de otros familiares puede desencadenar resentimiento y una sobrecarga de trabajo. Por otro lado, los cuidadores agotados pueden llegar a sentir culpa, pues creen que sentirse de esta manera es una falta de amor.
Alrededor de un 90 % de los cuidadores pueden llegar a presentar problemas emocionales, físicos o mentales debido al estrés que produce cuidar a una persona mayor. Duermen poco, se sienten agotados la mayor parte del día, no disfrutan de las actividades que antes les satisfacían, se aíslan de otros y pueden comenzar a sufrir de ansiedad y depresión.
¿Cómo evitar el síndrome de cuidador?
La prevención del síndrome de cuidador es fundamental. Es preciso que todas las personas que cuidan de un familiar estén al tanto de los síntomas que pueden presentarse cuando se ha llegado al límite. Entonces, ante la primera señal, buscar ayuda para aligerar las cargas y evitar mayores complicaciones.
Una recomendación es conversar con el resto de la familia para gestionar los cuidados de manera más equilibrada, para que el cuidador pueda tener tiempo para atenderse física, emocional y en el área psicológica.
Ahora bien, se ha percibido una mejoría importante del síndrome de cuidador, cuando se han delegado funciones a otras personas. Si no existe otro miembro del hogar que pueda suplir al cuidador principal, una opción es contratar ayudas profesionales que se encargan del cuidado de ancianos, niños o personas con alguna dependencia física. De esta manera, permitir que la persona que ha estado cuidando al anciano, posea momentos para encontrarse consigo mismo y cuidarse.

























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