Gran parte de los españoles ven futuro en las criptomonedas

La digitalización de la economía española avanza al mismo ritmo que la moderación de los precios. El Índice de Precios de Consumo (IPC) marcó en mayo de 2025 un 2% interanual, su nivel más bajo desde octubre del año pasado, según el Instituto Nacional de Estadística.

Con un entorno inflacionario contenido y mayor acceso a tecnologías financieras, los criptoactivos han pasado de curiosidad a pieza habitual en las carteras y en el día a día de muchos ciudadanos.

Del escepticismo a la confianza: El 74% mira al futuro

Un estudio paneuropeo publicado por Binance revela que tres de cada cuatro españoles (74%) confían en las criptomonedas con una perspectiva de largo plazo. La investigación, basada en más de 16.000 encuestas en cinco países de la UE, subraya además que España lidera la participación femenina en el ecosistema cripto.

Con un 18% de usuarias, cinco puntos por encima de la media continental. Por edades, el 58% se sitúa entre 26 y 45 años, un 22%, entre 18 y 25 años. Y un nada despreciable 20% supera los 45 años, un indicador de que la adopción trasciende el tópico de la “generación Z”. Más allá del mero “hodl”, el uso cotidiano es cada vez más diverso.

Desde compras en línea pagadas con USDT hasta ocio digital. No resulta extraño, por ejemplo, que muchos jugadores españoles prefieran crypto casinos para disfrutar de tragaperras o ruletas con depósitos instantáneos en Bitcoin o Ethereum, atraídos por la transparencia on-chain y los tiempos de retiro casi inmediatos.

De hecho, el propio estudio señala que el 55% de los encuestados ve a las criptomonedas ante todo como “reserva de valor” para protegerse de la inflación, frente a un 13% interesado únicamente en ganancias rápidas. Esa visión explica que el 52% haya entrado en el mercado en el último año, mientras se establecen usuarios veteranos que invierten desde hace cinco años o más.

Formación y autoempleo: Por qué los profesionales se vuelcan al cripto

La fotografía sociodemográfica también ha cambiado. Casi la mitad de los usuarios (46%) cuenta con estudios superiores, y un 44% trabaja como autónomo o freelance, nueve puntos por encima de la media europea. Para este colectivo, cobrar en stablecoins o en Lightning BTC reduce las comisiones de conversión y acelera su flujo de caja.

Algo fundamental cuando los márgenes son ajustados. La recepción positiva encuentra respaldo institucional, ya que el Reglamento MiCA entró plenamente en vigor el 30 de diciembre de 2024, estableciendo un marco común para la oferta y la custodia de criptoactivos en toda la UE.

Con ello, España gana certidumbre jurídica y refuerza la protección del inversor, lo que a su vez facilita la entrada de capital profesional. Además, el Banco de España advierte en su Informe de Estabilidad Financiera de primavera que, aunque la capitalización de mercado se ha duplicado desde 2023, la exposición del sistema financiero nacional sigue siendo limitada y manejable.

Este equilibrio anima a empresas y particulares a incorporar los criptoactivos en estrategias de diversificación patrimonial, complementando productos tradicionales como fondos indexados o planes de pensiones.

Comercio minorista y e-commerce: Pagar con cripto en la caja

El pago con cripto ya no se limita a gadgets o vuelos. Más de 100 comercios físicos en Madrid aceptan Bitcoin o stablecoins, sobre todo en hostelería y retail de nicho, según un mapeo de Bit2Me Academy. Esa evolución se nota en la gran pantalla también.

La cadena valenciana Vanadi Coffee anunció en junio que invertirá hasta 1.000 millones de euros en BTC para integrar una pasarela Lightning propia en sus TPV, una jugada arriesgada pero reveladora del apetito por diferenciarse en un mercado saturado de cafeterías franchising.

Ya en línea, pequeños negocios que usan Shopify ya pueden activar botones de pago en cripto con un clic, gracias a integraciones como BitPay o Coinbase Commerce. El resultado ya se ve, puesto que BitPay procesó más de 600.000 transacciones en 2024, con el ocio, los metales preciosos y la electrónica como verticales estrella.

Para el consumidor, la fórmula significa liquidaciones casi instantáneas y, sobre todo, comisiones muy por debajo de las pasarelas tradicionales. La barrera cultural se erosiona rápido. Una encuesta de Gaceta Madrid reflejó en marzo que el 59% de los usuarios españoles ya ha pagado alguna vez un café, una cena o una prenda usando cripto.

Freelancers, remesas y P2P: Un motor silencioso

España es, tras EE. UU., el segundo emisor mundial de remesas hacia América Latina. En 2024 las transferencias superaron los 10.700 millones de euros, siendo 6.200 millones con destino latinoamericano, y suponen un 0,7% del PIB, de acuerdo con el Boletín Económico del Banco de España.

La inercia migratoria explica el volumen, pero la digitalización explica la velocidad. Mastercard calcula que el 50% de las remesas globales ya viajan por rieles digitales y el coste medio para Latinoamérica ronda el 5,8%, frente al 7% de hace cinco años.

Con eso, plataformas P2P basadas en stablecoins permiten enviar 200 euros a Bogotá en minutos y por menos de 1 euro de comisión, a diferencia de los 7 u 8 euros que aún cobran algunos locutorios en Lavapiés. No es casualidad que el Banco de España habla de la reducción del importe medio por transferencia.

La fricción baja y el envío se fragmenta, algo crucial para autónomos que cobran proyectos internacionales cada quince días. Los freelancers también encuentran un aliado en la gran banca. En marzo, BBVA obtuvo luz verde de la CNMV para ofrecer trading y custodia de BTC y ETH desde su app española, un síntoma de que las entidades tradicionales quieren retener a una clientela que, hasta ahora, migraba a exchanges extranjeros.