En su nuevo encuentro con el público local, el Mercado Medieval de Valdemorillo ha superado expectativas, ganando especialmente en singularidad, la que se fue sucediendo entre los más diversos y siempre llamativos pasacalles y unos espectáculos que combinaron el fuego, la luz, la danza. Porque el amplio programa de actividades complementarias que se sucedió de la mañana a la noche, siempre con toques de novedad, siempre añadiendo sorpresa, fue uno de los éxitos de esta cita, una de las ya incondicionales en el programa de las Fiestas de Septiembre de Valdemorillo.
Pero, además, la propia estampa del mercado, la imagen ordenada de las cerca de cuarenta paras instaladas en esta ocasión a lo largo de Ramón Gamonal y en Balconcillos, se mostró renovada, tanto por la ambientación de los puestos, con muchos de sus responsables bien ataviados para la ocasión, como por la propia posibilidad que generó la apertura de la Fiesta a un espacio más, una nueva ubicación que gustó a muchos de los visitantes que recorrieron este mercado, tal como se apreció en los comentarios realizados a pie de calle.
Y es que con sus mesas para juegos tradicionales, la amplia gama de artículos, piezas artesanas y productos de gran sabor que formaron la más que completa oferta del peculiar mercadillo, las tres jornadas en las que prolongó su actividad, de la mañana a la noche, se tradujeron en un fin de semana salpicado de curiosidades, porque circense, oriental, moviendo las llamativas alas de luz… Los pasacalles se sucedieron al ritmo de esas horas en las que fue posible descubrir prácticamente de todo en este mercado que salda esta edición con una valoración más que positiva entre quienes le dieron vida, dejándose acompañar por el teatro de Saladino, las danzas exóticas y artísticos espectáculos de fuego seguidos siempre por multitud de espectadores.
Todos ellos, como cada una de las personas que sumaron su paso por este Mercado Medieval, respondiendo así al llamamiento de la Concejalía de Festejos, dejándose sorprender y disfrutar