El Hospital La Paz de la Comunidad de Madrid ha realizado un trasplante de riñón combinado con un trasplante de médula ósea (progenitores hematopoyéticos) procedente de donante vivo en un paciente adulto. Es la primera vez que se hace este procedimiento en España y el objetivo principal es inducir tolerancia inmunológica, es decir, lograr que el paciente tolere el órgano de otra persona a largo plazo, con un buen funcionamiento, y sin necesidad de tomar fármacos inmunosupresores a partir de los 9-12 meses tras la intervención.
Actualmente, los pacientes trasplantados necesitan medicación inmunosupresora durante toda la vida -habitualmente dos o tres fármacos simultáneamente- para evitar el rechazo del órgano. El inconveniente es que estos tratamientos pueden producir efectos secundarios a largo plazo como problemas cardiovasculares, diabetes, infecciones, toxicidad renal o tumores.
Los órganos trasplantados tienen un tiempo medio de vida que puede oscilar entre 5 y 20 años, dependiendo del órgano, lo que significa que es habitual que una persona tenga que recibir más de un trasplante a lo largo de su vida. Por lo que, con la sucesión de trasplantes, los pacientes desarrollan anticuerpos que complican las siguientes intervenciones.
Es el caso de la paciente que ha recibido este trasplante renal de un hermano “idéntico” en relación al sistema inmunológico (HLA) combinado con un trasplante de médula ósea (progenitores hematopoyéticos) donada también por su hermano. Es la cuarta vez que esta paciente recibe un trasplante de riñón, una situación poco habitual.
Leave a Reply