Desde hace ya unos años, los márgenes en la construcción no son los que eran y por eso las personas que se dedican a construir viviendas tienen que buscar la manera de optimizar los costes para que las cuentas salgan.
Muchas empresas recurren a la compra de andamios de segunda mano y la adquisición de todo tipo de material usado que suele provenir de empresas que ya han cerrado, pero no es lo único que se puede hacer para reducir los costes sin que afecte a la calidad del trabajo final.
Revisar los gastos generales
Como empresa ya sabemos que cuando ejecutamos una obra hay muchos costes asociados que no tienen que ver con la obra en sí. Son los que llamamos gastos generales y que vienen de los viajes, el combustible de los vehículos, costes administrativos, alquileres de almacenes, etc.
A veces, no miramos bien estos gastos y suman un porcentaje demasiado alto de lo que nos cuesta ejecutar la obra, de manera que conviene revisarlos de forma pormenorizada para ver si podemos bajarlos.
Por ejemplo, si tenemos que desplazarnos muchos km podríamos ver si nos es más rentable alquilar un piso para los trabajadores o llevarlos todos los días en un vehículo de la empresa, más teniendo en cuenta el precio actual de los combustibles.
Intentar invertir en equipos que mejoren la productividad
Cuando estamos intentando ahorrar costes no solemos ni pensar en la opción de invertir en nuevos equipos que nos ayuden a trabajar, más si las ganancias no pasan por su mejor momento.
Sin embargo, una de las mejores maneras de reducir gastos es comprar maquinaria que ayude a mejorar la productividad de nuestros trabajadores. A su vez, algunos de estos equipos pueden ahorrarnos algún trabajador, que en una empresa de construcción es el mayor gasto que tenemos.
No hay que olvidar que comprar nueva maquinaria es una inversión que también nos va a ayudar a pagar menos impuestos, lo que la hace una opción aún más atractiva.
Pagar menos por los materiales
En el proceso de construcción los materiales son otro de los gastos más importantes que tenemos que hacer, junto al de los empleados.
Una manera de bajar los costes es gastar menos en materiales, lo que no significa que compremos unos de menor calidad.
Si tenemos un almacén, una idea puede ser comprar materiales en grandes cantidades, pero quizá lo mejor que podemos hacer es formar a nuestros empleados para que se reduzca al mínimo el material que se desecha en el trabajo.
Hay que trabajar para mejorar los flujos de trabajo
Debemos estudiar muy bien cómo se emplea el tiempo para que el flujo de trabajo sea el correcto.
Hay ocasiones en las que en las obras los trabajadores pasan mucho tiempo sin hacer nada porque no pueden, debido a que ha venido otro gremio que al hacer su trabajo impide que se siga con el proceso de construcción.
Con la optimización de los flujos de trabajo, los albañiles pasarían a hacer su trabajo en otra obra, estarían siempre produciendo sin que otros gremios se lo impidieran.
El coste de las obras se puede abaratar, pero hay que emplear tiempo para poder hacerlo y estudiar varios frentes para ir haciendo pequeños cambios que al final sumarán una buena cantidad de dinero ahorrado.
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