Villanueva de la Cañada tramita un nuevo PGOU diseñado para duplicar la población

La propuesta del ayuntamiento salió a información pública el pasado 10 de julio y pueden presentarse alegaciones hasta el próximo 13 de septiembre. Un caso claro de “agosticidad” para que la tramitación pase con la menor participación crítica posible.

El PGOU se ha enfocado para aumentar el suelo urbanizable incluso más allá de las hipotéticas necesidades residenciales que valora el propio documento, y que estima en 5.227 nuevas viviendas, a lo que se añaden sendos sectores, uno industrial y otro terciario; este último con visos de ser destinado a albergar un gran centro comercial.

El nuevo PGOU plantea básicamente recalificar a urbanizable un 10% de la superficie del término municipal, de esta manera el 40% de la superficie del término queda al servicio del ladrillo. Para alcanzar esa cifra, al suelo urbano existente se le añadirían 180 hectáreas de urbano sectorizado, de las que 141 serían residenciales, y otras 132 hectáreas de urbanizable no sectorizado.

La propuesta va en la línea de lo que es una antigua aspiración del alcalde de la localidad, Luis Partida, que nunca ha ocultado en su larga trayectoria como rector municipal que su objetivo es que Villanueva de la Cañada alcance los 50.000 habitantes. Actualmente hay unos 23.700 empadronados y se prevé para 2042 alcanzar los 36.210. Las estimaciones si se desarrollara todo el suelo urbanizable de este PGOU podrían elevar la cifra a unos 42.000 habitantes.

Ecologistas en Acción considera que el nuevo PGOU de Villanueva de la Cañada es insostenible, carece de una justificación razonable y de unas evaluaciones ambientales y urbanísticas rigurosas, por lo que debiera ser rechazado. Además, si se aprueba este plan, se suma a los crecimientos urbanísticos desproporcionados que se plantean en los municipios al oeste del Guadarrama y que transformarían esta comarca a un modelo sobremasificado como el existente en el Eje Pinar y la M-50.

Por dichos motivos, Ecologistas en Acción de la Comunidad de Madrid reclama a los responsables del ayuntamiento y de la Comunidad de Madrid que se elabore un PGOU distinto y que se establezca un límite al crecimiento urbanístico en torno a los ríos Guadarrama y Aulencia.