El pasado 27 de octubre, se produjo uno de los Plenos más importantes que se hayan realizado hasta ahora en el municipio de Moraleja de Enmedio. En este se trataron temas tan importantes como el ajuste de varios tipos de impuestos para los vecinos de Moraleja.
Algo que se comentó en este pleno y que resultó realmente alarmante, fue que el actual equipo de gobierno «se encontró con que se debía abonar las nóminas de varios trabajadores del Ayuntamiento, pero no había crédito presupuestario». Por esto, «se tuvo que hacer una modificación de crédito para proceder a realizar estos pagos». A su vez, y sin previo aviso, la alcaldesa tuvo que hacer «ingentes sobre esfuerzos para encauzar la situación en la que se encontraba su municipio. Ya que se habían iniciado los trámites de la piscina municipal pero no se habían terminado; por lo que tuvieron que terminar ese trámite de manera urgente» para que los vecinos de Moraleja pudieran disfrutar de las instalaciones, ya que se encontraban en el mes de junio y para entonces las temperaturas eran bastante elevadas. A esto debe añadirse que «el equipo de gobierno tuvo que abordar la preparación de las fiestas patronales de Moraleja, con toda la logística que conlleva dicha gestión».
Para culminar esta situación, y según declaró la alcaldesa, les llega “Una prórroga del Ministerio de Hacienda y Función Pública a fecha de 16 de junio”. Dicha prórroga aprieta los bolsillos de los moralejeños aún más si cabe. Por su parte, el Ministerio, «a fecha de 23 de junio tenía la intención de pasar la primera cuota del pago de amortización de aproximadamente 2 millones de euros, de la deuda de Moraleja de Enmedio, pero no había crédito presupuestario». Debido a esto, nuevamente, la primera edil tuvo que realizar una serie de gestiones con ahínco, y «comunicó a el Ministerio la falta de crédito, informando de que pese a que el ayuntamiento tenía la voluntad de pagar la deuda, realizar ese pago era literalmente imposible. Aun así Alonso consiguió aplazar al mes de diciembre dicho pago».
Finalmente, el viernes 20 de octubre quedó aprobada la liquidación del año 2.022, y en ese momento, el Ministerio, ofrece realizar un informe técnico. Tras varias reuniones, se le informa a la alcaldesa, de la existencia de una nueva vía con la que se podría dilatar la deuda hasta el año 2.050, por lo que la alcaldesa «no tuvo más remedio que acogerse a esta financiación para tratar de hacer más viable el pago de la cuota». Algo incomprensible, es que parece ser, que a otros municipios del sur de la Comunidad de Madrid se les mide con otra vara de medir, ya que disponen de moratoria de deuda, y Moraleja de Enmedio no goza de este “privilegio”.