El grupo, integrado por tres varones de nacionalidad argelina, se dedicaba a robar viviendas unifamiliares en una zona concreta de Móstoles. Los hechos los cometían entre las 19:00 y las 21:00 horas de los días laborables. Se repartían las tareas, mientras unos saltaban la valla y forzaban las puertas de acceso, el otro vigilaba en las proximidades para detectar la presencia policial y eludir su detención.
Las primeras actuaciones policiales se inician a primeros de noviembre, gracias a la colaboracion ciudadana. Los investigadores de la Brigada de Policía Judicial establecen vigilancias y seguimientos a los sospechosos, obteniendo datos que después van constrastando con las muestras e indicios hallados por Policía Científica en el lugar donde cometieron los robos.
La actuación coordinada de ambas Brigadas culmina con la detención de los integrantes del grupo delictivo y el correspondiente registro domiciliario, en el que se intervienen diferentes enseres sustraídos de los chalets asaltados. Estos objetos han sido reconocidos por sus legítimos propietarios lo que, unido a otros indicios obtenidos en la investigación, constatan su participación en varios robos cometidos en Móstoles.
Los detenidos, que ya contaban con antecedentes policiales por hechos similares, fueron puestos a disposición de la autoridad judicial, quien decretó su ingreso en prisión.